No debería sorprenderme, no es
que no me acuerde de lo que ocurre todos los años, es simplemente que todos los
años cuando termina la feria confio en que alguien se apiade de nosotros.
No tengo palabras para definir
como me siento, pero si tengo las fotos que atestiguan el motivo de mi
malestar.
La noche
ha sido larga, a las ocho de la mañana aun permanecían los últimos pobladores
nocturnos sentados en el borde de una acera, mientras voceaban a ratos insultos
y a ratos carcajadas, titubeando han accedido a su vehículo y entre risas y chirriando
ruedas han dejado tras de si la paz y el panorama dantesco que podeis ver, no
sabemos lo que que se llevarán por delante, esa es la tónica de todas las
noches, ellos han sido solo los últimos.
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